Turno 10

Es la última oportunidad que ofrece Hitler al OKW alemán; la llegada de un Panzergruppen compuesto por dos selectas unidades y que llega por la carretera de Pskov. Si con estos medios blindados no se consigue romper las defensas de Leningrado, será difícil cumplir con los objetivos que se formularon al inicio de esta campaña.

Los exhaustos blindados alemanes son lanzados hacia adelante, con el fin de avanzar hasta la segunda línea fortificada y mantener el abastecimiento de la infantería aislada. El objetivo se consigue. Para ello se detraen fuerzas del sector de Novgorad (que es considerado por los alemanes como impenetrable en ese momento). El avance hacia la segunda línea fortificada prosigue, garantizando esta vez las líneas de abastecimiento.

Los debilitados carros alemanes de vanguardias divisan ya las cúpulas de las iglesias ortodoxas de Leningrado. Unos 30 kms les separan de los arrabales de la ciudad. Pese a todo, la unidad antes aislada, y ahora abastecida, no ha podido recibir más que material; en ningún caso nuevos hombres han podido llegar hasta su posición defensiva, machacada por los soviéticos. ¿Resistirán otra semana en su desesperada situación?




Los soviéticos, conscientes de que el peso de la ofensiva ya no está en Novgorad, movilizan sus tropas en dirección al centro. Allí consiguen atacar y eliminar a los debilitados alemanes que habían resistido ya una semana sin refuerzos. El material enviado por sus compañeros no fue suficiente; necesitaban hombres.

La situación vuelve a estar controlada. Las líneas fortificadas están bien ocupadas con numerosas fuerzas. Sólo la exhausta vanguardia blindada está cerca de Leningrado, pero su situación es comprometida, siendo su abastecimiento precario y estando rodeada por fuerzas soviéticas de importancia.

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